Reyes y Sacerdotes: Llamados a ser Cabeza

Escrito por: Carlos José Vásquez Zacarías – Moderador: 360C

Por mucho tiempo hemos dicho que somos cabeza y no cola, que somos punta de lanza, que estamos llamados a marcar pautas en la sociedad, que debemos dirigir y ser seguidos por otros. Pero yo pregunto: ¿Estás tú haciendo algo para que esto acontezca en tu vida? ¿Estás preparado o te estás preparando para ocupar estas posiciones?

A estas preguntas muchos pudiesen responder con el texto bíblico de que el Señor tomó lo que otros menosprecian, o el que habla de David, cuando dice que el Señor no ve lo que el hombre ve.

Todo esto es cierto, pero no es menos cierto que cada uno de los hombres que Él eligió pasó por un proceso de preparación y formación para alcanzar sus destinos proféticos. He aquí algunos ejemplos de posiciones de preeminencia que ocuparon algunos hombres de YHWH:

  • José, primer ministro de Faraón
  • Moisés, nieto de Faraón, conocedor de lo egipcio y lo hebreo
  • David, rey de Israel
  • Salomón, rey de Israel y el hombre mas sabio que existió en la tierra
  • Samuel, ultimo juez de Israel y profeta
  • Isaías, profeta, considerado parte de la familia real.
  • Daniel, gobernador de la provincia de Babilonia y jefe de los sabios junto a Hananías, Misael y Azarías quienes ocuparon importantes cargos en la administración imperial
  • Ezequiel, sacerdote y profeta hebreo.
  • Amos, pastor y productor de higos en Técoa.

Cada uno de estos hombres contaba con un conocimiento vasto para ocupar sus posiciones. Debemos entender que para ocupar posiciones importantes en nuestras congregaciones, escuelas o colegios, trabajos o empresas, universidades, en nuestras comunidades, ciudades, provincias, regiones, en nuestros países o en el mundo, debemos  ser personas respetadas por los demás, no solo en el marco del conocimiento de la Palabra del Señor sino también en lo que respecta al conocimiento científico, tecnológico e incluso filosófico de la humanidad.

Si no conocemos sobre un tema, como pues pretendemos ser quienes dirigen a los conocedores de dicho campo. Yeshua (Jesús) pudo demostrarle a los fariseos que estaban equivocados en cada ocasión en que dijo o hizo algo, pero EL lo pudo hacer porque tenía el conocimiento de la verdad.

Pablo podía hablar sobre la Palabra y la Verdad del Señor con la propiedad que lo hizo, porque el conocía las enseñanzas helenistas y romanas y podía mostrarles los errores que estas tenían. David fue rey, pero antes pasó por un largo y difícil proceso de preparación para poder alcanzarlo; Moisés pudo ser escuchado por el Faraón porque conocía los protocolos reales, el lenguaje y los conocía desde adentro; Martín Lutero pudo hablar con propiedad porque conocía, no solo lo que él consideró como fallas de la iglesia, sino también cada uno de los establecimientos que ésta había hecho, porque él conocía la verdad.

No discuto que el Señor puede elegir a quien le plazca para hacer su obra, pero lo que la Palabra me muestra es que antes de alcanzar esa posición a la que debes llegar, tienes que pagar el precio. Basta ya de mediocridades, basta ya de excusas baratas sobre nuestro llamado ministerial; basta ya de usar el nombre del Señor para escondernos de nuestras irresponsabilidades y de nuestra incapacidad de hacer lo que nos corresponde.

Es el momento de prepararte, pero hacerlo en grande. El Apóstol Pablo dijo: “Escudríñalo todo y retén lo bueno”. Siempre enfocamos esto a lo que nos conviene, pero no nos hemos detenido a pensar que debemos de acceder a conocimientos terrenales a los que nos negamos, por capricho. Si no nos preparamos  no seremos nosotros los que ocupemos esas posiciones, sino que, por su justicia, el Señor seguirá permitiendo que otros las ocupen por estar mejor preparados.

“Esfuérzate y sé valiente, sé muy valiente” significa: Estudia, prepárate y trabaja, pero hazlo con todas las ganas. Enfócate en alcanzar la meta y sé siempre el mejor en todo cuanto te dispones hacer! Shalom!